top of page
“Disgusto Social”

 

Serzo se muestra desde sus primeras palabras confiado, culturalmente muy potente (talento sembrado desde el seno familiar y el ambiente rural en el que se crió) y de afable transparencia; nos habla de su trabajo en torno a nuestro gran tema del cuerpo y de otras de sus perspectivas artísticas.

En su discurso menciona como algunos referentes a clásicos que Serzo reinterpreta (Valdés Leal, Ribera y otros amantes de la decrepitud), el cineasta David Lynch, los Young British Artists o su colega Marchesi (gran crítico del consumismo y exponente de la contemporaneidad, en opinión del artista). Trata el cuerpo de manera simbólica, inconsciente y casi como si fuese un lienzo. Cada cosa que le rodea le produce un prejuicio, claras integraciones en sus obras, las investiga y les da la vuelta para crear un nuevo discurso.
 

Comienza entonces una enumeración del eje vertebral de su obra con FINIS GLORIAE MUNDI: una caja abierta cuelga en el aire y decreta el fin de lo glorioso en el mundo. El cuadro, de un triste vacío y un místico minimalismo, presenta ya la profunda angustia existencial frente al concepto de éxito como posesión que no abandona en ninguna de

sus obras. La aridez y la tierra como regresos a un primitivo origen son otros temas rescatados en estas series de pinturas y fotomontajes tempranos, generando una estética de decadencia e ingravidez de nuestra líquida modernidad. Bien lo ilustra el título de su IMPOSIBILIDAD FISIOLÓGICA DE MANTENER UN PENSAMIENTO SUBLIME, o las composiciones de cuerpos de aspecto descompuesto colgando del cielo, sostenidos en precarios pilares o sobrevolando el océano.
 

En muchas obras, Serzo continúa explorando lo escultórico y lo teatral, como se aprecia en su exitosa HISTORIA MÁS BELLA JAMÁS CONTADA. Esta narración que “parece una pesadilla” está llena de tétricos muñecos y marionetas en escenas navales, símbolos de nuestras luchas vitales en su constante proceso de aparición, muerte, transmutación, resurgimiento: el dolor como proceso de cambio. Es una buena ejemplificación del recurrente interés de Serzo por el mundo cuentístico: cada detalle tiene su justificación literaria, cada personaje una razón de ser, e incluso los desnudos materiales de montaje mantienen la idea de esa verdad oculta tras el escapismo de la fantasía. El Arte es un artificio, un símil de la alargada y deforme sombra de las mentiras de la que hablaba Nietzsche. Así, a Serzo le gusta mantenerse consciente de este trampantojo, pero aceptando como artista sus reglas. Es amante de los telones, del instrumento escénico, que estudia en trabajos como su TEATRORUM.


No obstante, no ha salido de los formatos plásticos: en el cine, el teatro, la literatura, son conductores de los espectadores, a los que Serzo en cambio considera constructores activos de las historias tras sus obras.

 

En cuanto al cuerpo, ha jugado mucho con el suyo propio, el de aquellos a quienes admira y el concepto que la Historia del Arte deja de lo corporal; contribuyendo al eclecticismo e intelectualismo de su trayectoria profesional.


Sus obras, en general, son tétricas, incluso grotescas, pero siempre acompñadas de un mensaje esperanzador. Su intención siempre es sacar una metáfora de cada obra, intenta transmitir la idea de que “El Dolor no es permanente, debemos aceptarlo y entenderlo como un cambio hacia algo nuevo”.


Ya finalizando, en el turno de preguntas, Serzo encuentra ocasión de realizar una efectiva síntesis de su pensamiento: la esencia del Arte está en la consciencia de lo externo sin perder nunca la vinculación a la propia integridad, en el logro de una catarsis mediante el abandono parcial de uno mismo, y en la fundamental importancia del amor en cada acto humano. Este artista está suficientemente sembrado de juventud y del pensamiento imperante de las nuevas generaciones como para constituir un perfecto arranque de estas Jornadas e iniciar pisando fuerte con una buena motivación para todos los asistentes.

La historia más bella jamás contada, de J.L. Serzo
Fotografía: Jorge Perona
Fotografía: Belén López
Fotografía: Jorge Perona

Fotografía: Jorge Perona

Fotografía: Belén López

La historia más bella jamás contada, de J.L. Serzo

Fotografía: Jorge Perona

CONFERENCIA INAUGURAL,  JOSÉ LUIS SERZO

 
bottom of page